Se configura un mundo en el que se sitúan acciones humanas. Ese mundo y esas acciones, aunque fruto de la imaginación del autor, se nos muestran como algo independizado, es decir, situado fuera de su autor. Tanto la descripción de objetos como la abundancia de episodios cobran gran importancia.

El lector puede imponer su propio ritmo a la obra, según su estado de ánimo o sus gustos puede detenerse más en un pasaje, volver atrás o pasarlo por alto.

Los elementos estructurales son:

Según la importancia concedida a cada elemento y la forma exterior del relato se pueden diferenciar estos subgéneros:

Epopeya

Novela

Cuento

Novela corta


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