LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE

Nacido en Córdoba en 1561 en el seno de una ilustre familia, es hijo de Francisco de Argote, jurista, y de Leonor de Góngora, rica propietaria de posible ascendencia judía. Cursó estudios en Salamanca y tomó los hábitos durante su juventud. Tras viajar por España, se establece en la corte madrileña de Felipe III, donde desempeñará el cargo de capellán del rey. Dedicado a la literatura, su estilo es cultivado y eminentemente culto y erudito, evolucionado a partir de Garcilaso de la Vega. La belleza es el gran tema de su obra, y su descripción y búsqueda se plasman formalmente mediante complejos recursos literarios y una rebuscada semántica conceptual, que dan lugar a la crítica a calificar su estilo de "culterano", vocablo en origen despectivo. Sus propios contemporáneos Lope de Vega y Quevedo mostraban su desprecio hacia este autor. Entre sus obras destacan la "Fábula de Polifemo y Galatea" (1612), las "Soledades" (1613) y sus sonetos y poemas endecasílabos. Es autor también de numerosos romances populares, canciones y letrillas, de carácter y forma más sencilla y menos ampulosa y en tono festivo, si bien no pierden nunca la elegancia compositiva. Otras obras suyas son el "Panegírico al duque de Lerma", "Fábula de Príamo y Tisbe" y dos dramas: "Las finezas de Isabela" y "El doctor Carlino". El menosprecio de Quevedo y Lope no evitó, sin embargo, que se vieran influidos por su obra, así como también Calderón y una multitud de autores de siglos posteriores, en especial la generación del 27. Luis de Góngora se traslada a Córdoba al final de su vida agobiado por unas deudas que no su obra literaria y su condición de capellán real no pudieron evitar, falleciendo en 1626.


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